Cómo dormir bien a 9.000 metros de altitud
He ahí la cuestión que más preocupa al viajero en sus vuelos transoceánicos.
Desde luego, al de turista, que debe revolverse en un asiento escaso de centímetros. Pero, sobre todo, al de preferente, que paga una suma considerable de dinero por una comodidad que, a veces, no es tal. Algunas compañías prometen un sueño reparador en lo que parecen camas pero luego, una vez in situ, la horizontalidad total brilla por su ausencia. Y pasa una factura fatal.
La visión de una cama cuando se tienen por delante más de diez horas de vuelo afloja la cartera a una velocidad de vértigo, eso lo sabe muy bien los publicistas de las aerolíneas. De ahí que algunas como American Airlines muestren una cama, cuando en realidad lo que ofrecen es una inclinación de 180 grados como máximo, situándose por detrás de competidores como Virgin Airlines, British Airlines o incluso Delta. La diferencia entre una inclinación de 170 o 180 grados y la horizontalidad es abismal: evita la presión sobre el tren inferior del cuerpo, además de permitir posturas más naturales durante el sueño, como dormir de lado o sobre el estómago.
Con la inclinación de 170-180 grados, no sólo no se alivia la presión sobre pies y tobillos, sino que uno despierta prácticamente arrugado contra el fondo del asiento, después de muchas horas apoyando peso sobre las extremidades inferiores. Debido a las molestias e incluso dolores que el deslizamiento del cuerpo genera, muchos pasajeros prefieren recostarse en una hilera de cuatro asientos de turista que vayan vacíos, que acomodarse en su asiento de preferente. Es preferible clavarse algún que otro filo, que levantarse con las piernas doloridas e hinchadas.
La preferencia de las aerolíneas por los asientos reclinables en vez de las camas tiene que ver con el aprovechamiento del escaso espacio en cabina. Pero ahora que los clientes exigen más comodidad, han tenido que desarrollarse maneras alternativas de colocar las butacas-cama que maximizan los metros, como usar la parte baja de consolas y mesas o utilizar una disposición de cremallera (unos pasajeros junto a otros en vez de uno tras otro). British Airways, la primera compañía aérea que ofreció camas a todos sus pasajeros de preferente allá por 2001, ha patentado su diseño yin-yang, con un pasajero mirando la cabina y el otro mirando hacia la cola, en dos pares de asientos.
Fecha: 2012-12-12
Fuente: Todo Viajes
Enlace: http://corporaciontti.com/data/images/viajes-aerolineas-dormira9milmetros.htm