Planean construir aeropuerto de gran porte en Chaco
“Para vencer la mediterraneidad”, la arquitecta Hedy María Aquino Honig presentó a la Facultad de Arquitectura de la UNA un proyecto de gran aeropuerto civil y militar, de cargas y pasajeros en Mariscal Estigarribia.
El proyecto tendría un costo de 360 millones de dólares, que debería ser financiado por el sector privado.
La construcción daría pie a mediano y largo plazo al emplazamiento de una ciudad planificada al estilo Brasilia, pendiente en principio del comercio de carga y descarga de mercaderías y al trasbordo de pasajeros, para convertirse con el tiempo en una población industrial.
El plan recibió la mención sobresaliente.
Transporte aéreo, motor del desarrollo económico
El transporte aéreo es un motor del desarrollo económico a escala mundial y tiene un efecto directo sobre el turismo, el comercio exterior y los negocios en general.
Un aeropuerto internacional en el centro del Chaco podría actuar como eje de desarrollo urbano y económico de toda la región, rompiendo el aislamiento en que se encuentra el territorio nacional, afirma la arquitecta Aquino Honig, quien diseñó su proyecto bajo la tutoría del Arq. Juan Bautista Fernández y el asesoramiento aeronáutico de su padre, comandante Aurelio Neón Aquino.
La idea es vincular por primera vez la Región Occidental del país con la Oriental a través de una red nacional de aeropuertos, abriendo las puertas del Chaco al mundo y el reconocimiento del país a nivel internacional.
La arquitecta Aquino sostiene que cada vez más, empresas que antes estaban situadas en el centro de las ciudades o en parques empresariales periféricos, se sienten atraídas por la imagen del aeropuerto y las buenas comunicaciones que ofrece.
“El terreno en las inmediaciones de un aeropuerto importante se ha vuelto muy atractivo. Junto con la posibilidad de realizar conexiones aéreas con cualquier parte del mundo, su posición estratégica en las redes de infraestructura terrestre puede convertir a Mariscal Estigarribia en uno de los emplazamientos más cotizados por las empresas. “Un aeropuerto no es una obra de arquitectura. Es una infraestructura necesaria”.
En el proyecto se visualiza al Chaco como una zona estratégica y de potencial industrial y Mariscal Estigarribia en particular como una ciudad multimodal, por donde cruzarían los corredores bioceánicos, las carreteras, etc.
“Paraguay es muy vulnerable en su relacionamiento con el mundo exterior y las pruebas están a la vista en este mismo instante”, señala la arquitecta Aquino Honig al recordar el aislamiento político –con sus secuelas económicas– que sufre el país por la acción de los gobiernos vecinos, sus propios socios en los bloques Mercosur y Unasur, por el solo hecho de aplicar la Constitución y la ley de nuestro país en el caso Lugo.
Si las compañías aéreas argentinas y brasileñas resolvieran acoplarse a un aislamiento físico, económico y financiero, los paraguayos padecerían de enormes dificultades para sortear las grandes terminales de São Paulo y Buenos Aires.
En los últimos días de setiembre, el propio presidente Federico Franco lo experimentó en carne propia cuando tuvo que hacer escala en Panamá antes de volver en vuelo directo a Asunción desde Nueva York tras asistir a la asamblea general de las Naciones Unidas.
Eludió hacer escala en Ezeiza o Guarulhos, para evitar algún eventual incidente desagradable teniendo en cuenta la interrupción de las relaciones diplomáticas con Argentina y Brasil.
El proyecto de la arquitecta Aquino está diseñado para el uso cívico-militar, por la posición estratégica de Mariscal Estigarribia.
Una sección estaría destinada a la Fuerza Aérea para cumplir su misión de vigilancia del espacio aéreo chaqueño, un antiguo anhelo de las autoridades militares.
“La parte civil se iniciaría como base de aviones cargueros de largo alcance. Las condiciones meteorológicas adversas muchas veces hacen que un avión que está llegando al límite del consumo de combustible no tenga alternativa y tenga que bajar en el aeropuerto Silvio Pettirossi, que no tiene las condiciones necesarias”, explica la arquitecta.
El proyecto plantea construir una terminal de pasajeros como propuesta de diseño para comenzar a vender la imagen del aeropuerto. “Todo aeropuerto se caracteriza y se identifica con la terminal a la cual llega el pasajero ya que los depósitos no venden la imagen ni la terminal de cargas”.
La construcción, por etapas, plantea en primer lugar la edificación de la infraestructura para cargas y pasajeros.
“Mariscal Estigarribia está en un lugar equidistante, estratégico de los centros generadores de tráfico regional. Facilitaría la descongestión de muchas rutas. Vendrían aeronaves grandes que trasladarían a los pasajeros a naves más pequeñas que se distribuirían en la región. Lo mismo para las cargas.
Una opción más para las aerolíneas de tránsito sería la asistencia técnica y reparaciones.
–¿A dónde desea llegar?
–A la modernización del Chaco: atraer la instalación de industrias, infraestructuras modernas, proyectos grandes como una ciudad multimodal. Son varios los factores que hacen que ese lugar del territorio nacional sea pensado como una ciudad futurista. No se puede pensar menos que eso.
–¿Qué implica gastar 350 millones de dólares?
–Para construir los edificios, terminal de carga, terminal de pasajeros, torre de control, cuartel de salvamento para incendios, habilitación de calles correspondientes a circulación de aeronaves, paralelas a la pista. El aeropuerto puede seguir creciendo y va a necesitar más infraestructura para que funcione realmente como estamos pensando.
La terminal de pasajeros de Mariscal Estigarribia va a tener una capacidad para doce aviones comerciales, los hangares de mantenimiento capacidad para tres aviones, dos pistas de uso simultáneo, de 3.500 metros de longitud cada una. Tendrá una capacidad para más de 100.000 kilos de carga y 33 operaciones por hora. La plataforma de cargas tiene capacidad para 9 aviones.
–¿Cómo las aerolíneas se van a interesar en ese aeropuerto?
– La pista de Asunción no está en condiciones para recibir aviones cargueros. Los aviones cargueros que alimentan Buenos Aires, São Paulo, Santiago de Chile no tienen lugar de mantenimiento o dónde depositar cargas. Estos aeropuertos están saturados. Están más dedicados al transporte de pasajeros.
Nosotros haremos lo inverso. Nos dedicaremos más a la carga y menos a los pasajeros. Resulta más económico ya que tenemos un espacio aéreo libre de obstáculos, las condiciones meteorológicas favorables para que puedan operar las aerolíneas a todo tiempo.
Desechamos la categoría 3 de un aeropuerto que es lo máximo, solamente categoría 1, ya que tenemos visibilidad de la pista, no hay serranías, no hay tormentas, neblina, nieve; en fin, el aeropuerto es menos costoso.
Paraguay si no llega a desarrollar el poder aéreo como medio de conectarse con el mundo exterior, estará atrapado y condenado a depender eternamente de Argentina y de Brasil. En este caso en particular, si tenemos un aeropuerto en Mariscal Estigarribia podremos exportar nuestros productos, la carne desde ahí...
–¿A quién le interesaría hacer este proyecto?
–La inversión debe ser público-privada. Es una inversión grande y se precisa de todos modos de la ayuda del Estado. Se plantea una concesión a la empresa privada a 30 años de plazo.
–¿En cuánto tiempo se puede llevar adelante?
–Si existe la voluntad política, inmediatamente. Empresas interesadas tenemos bastante. La empresa concesionaria estará a cargo del desarrollo de las infraestructuras, el sector cargas y pasajeros, el sector de mantenimiento de aeronaves. Hay un sector que tiene que ser cedido a la Fuerza Aérea para el control y seguridad del territorio...
–¿Cuál es el atractivo para el sector privado?
–Existen vendedores de repuestos, alquiladores que están interesados en la tercerización. Vendrían a proveerse de repuestos aviones de Santa Cruz de la Sierra, de Mato Grosso, del Chaco argentino. En esta región circulan muchos aviones pequeños. Otros necesitarán hacer mantenimiento.
–¿Dónde hacen hoy mantenimiento?
–En Buenos Aires, São Paulo, Río, Santiago. Se pierden días sin operar. Fácilmente hay en este momento 500 empresas en el mundo interesadas en llevar adelante este tipo de proyectos. Para el transporte aéreo no hay fronteras. Ese es el negocio. Es una forma de llegar desde aquí, a cualquier parte del mundo, sin pedirle permiso a nadie.
Fecha: 2012-10-15
Fuente: ABC